Caleidoscopios Urbanos

Macroproyecto San José: Legal pero ilegítimo

Aspecto de uno de los talleres de planeación participativa que se realizaron en la Comuna San José en el marco de la formulación del Plan Parcial de Renovación Urbana del Sector de La Galería, Manizales, 2006.

 

Por: Luis Fdo. Acebedo R

Por iniciativa de más de 2 mil ciudadanos de la Comuna San José de la ciudad de Manizales, el pasado 28 de abril se convocó un Cabildo Abierto para discutir las múltiples inquietudes que sigue suscitando la aprobación y puesta en marcha del Macroproyecto San José. Inicialmente, se buscó un colegio de La Comuna para hacer el evento que presagiaba una gran asistencia, pero circunstancias un tanto extrañas, obligaron a última hora a hacerlo en el Concejo Municipal, un lugar estrecho y con restricciones para el acceso de todos los asistentes. Muchos ciudadanos se quedaron por fuera y otros colmaron a reventar el espacio de las llamadas barras.

Se inscribieron más de 60 ponencias, lo cual presagiaba una discusión bastante amplia por parte de las diferentes organizaciones sociales de la Comuna, sus habitantes y usuarios. Sin embargo, la sorpresa la dieron los funcionarios de las diferentes secretarías de la Administración Municipal, quienes durante casi toda la mañana desfilaron por el atril como en un concierto de un solo artista, explicando las bondades del proyecto, sus avances y expectativas. Varias ponencias de habitantes de la Comuna se intercalaban entre uno y otro funcionario agradeciendo a la administración municipal los favores recibidos, la compra de los predios por el doble o triple de sus expectativas, las múltiples ofertas de empleo, la capacitación recibida para aspirar a un puesto de trabajo con la apertura del próximo Call Center o como obreros temporales en las demoliciones de los predios, y por supuesto, los importantes programas de atención social, salud y bienestar que están recibiendo desde que la oficina de renovación urbana comenzó a comprar los inmuebles. Todo parecía un suave y arrullador canto de sirena que congraciaba a los habitantes con los funcionarios públicos en un abrazo fraterno de hermandad en torno al proyecto urbanístico más importante que tendrá la ciudad en la próxima década.

Pero otra cosa sucedía en las tribunas del Concejo colmadas de hombres y mujeres de la Comuna San José interesados en participar, y otros tantos a los que se les cerraron las puertas por falta de espacio. ¡¡Democracia, democracia!!, gritaban a viva voz, mientras la mesa directiva del Concejo amenazaba con cancelar el Cabildo por la falta de urbanidad del “pópuli”. Desde el inicio del Cabildo, los ciudadanos ponentes y los espectadores, denunciaron la manguala burocrática y exigieron su derecho a ser escuchados, pues el Cabildo era de iniciativa ciudadana y no gubernamental. La mesa directiva del Concejo esgrimió un argumento muy propio del “Estado de Opinión” que hoy permea a las instituciones de gobierno, argumentando que la Administración Municipal era a su vez Estado y comunidad, por lo cual estaban en igualdad de condiciones y contaban con los mismos derechos de cualquier vecino de barrio, con la diferencia de que ellos, los gobernantes, habían madrugado más a inscribir sus ponencias. Esta farsa de la democracia provocó la ira de los asistentes y su posterior retiro del recinto ante la ausencia de garantías para un debate abierto y fundamentado en la democracia participativa.

Muy al final de la mañana, cuando el hambre y el sueño arreciaban, y muy pocos ponentes y asistentes persistíamos en exponer nuestras ideas, fueron apareciendo algunas voces que marcaban diferencias con las partituras oficiales: ¿Por qué la participación ciudadana se hace después de aprobado el proyecto?, ¿Quién responde por el desplazamiento intraurbano que se está generando?, ¿Porqué el centro del proyecto tiene que ser la construcción de una gran Avenida?.

Me correspondió hacer la última intervención de la mañana, y la última también del Cabildo, pues en las horas de la tarde, los funcionarios públicos se quedaron sin ciudadanos, en la soledad del poder autoritario. Al respecto, propuse las siguientes tesis:

– Que el verdadero objetivo del MISN San José no está en la solución del déficit cuantitativo de la llamada Vivienda de Interés Social -VIS- en Manizales, mucho menos en la solución integral de hábitat popular, sino en crear un mercado inmobiliario artificial como salvavidas del gobierno nacional y local en medio del estancamiento de la economía y la tendencia a su profundización por cuenta de la crisis mundial.
– Que los procesos de planeación reciente en la Comuna San José dan cuenta de la aplicación de dos metodologías con resultados completamente diferentes: El Plan Parcial del Sector de la Galería, basado en la Planeación Participativa; y el Macroproyecto, como expresión de la centralización de las decisiones entre el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial y la Alcaldía Municipal, dejando por fuera a los habitantes de la Comuna.
– Que los más perjudicados de esta operación inmobiliaria serán los habitantes más pobres y los pequeños y medianos comerciantes articulados en torno a la plaza de mercado, por las fuertes presiones y acciones que provocarán un desplazamiento intraurbano por la vía de una renovación urbana inspirada en la tristemente célebre política del Barón Haussmann de Paris a mediados del siglo XIX.
– Y finalmente, que la declaratoria de inconstitucionalidad de los MISN, junto con la aclaración de que tendría efectos hacia el futuro, generó una nueva contradicción entre la “legalidad” de los proyectos aprobados y su “legitimidad”.

Para resolver estas contradicciones en un sentido democrático e incluyente, propuse la reformulación del MISN San José tomando como base los aspectos que tuvieron un origen ilegal y anticonstitucional, a saber:

– Reinserción en el POT Municipal, respetando sus directrices en términos de usos del suelo y utilización de los instrumentos de planeación que fueron ignorados.
– Respeto a las facultades del Concejo Municipal en la definición de usos del suelo.
– Promoción de la participación asociada de los propietarios y usuarios en las estrategias de gestión del proyecto.
– Cumplimiento de los procesos de participación ciudadana con el fin de reconocer las propuestas de los habitantes y organizaciones activas de la Comuna San José.
– Reconocimiento de las áreas de interés patrimonial para su respeto y cualificación.
– Inclusión del Plan Parcial de La Galería con los elementos que deban ser ajustados dentro de la estrategia de planeación-gestión de las intervenciones en la Comuna San José.
– Reformulación de los usos de las áreas englobadas para comercio y servicios, con el fin de incluir proyectos de vivienda para diferentes estratos, incluyendo VIS.

Sólo de esta manera, será posible dar un salto democrático pasando de la renovación urbana legal pero ilegítima, a la construcción de un proyecto de ciudad con inclusión social.

Coletilla: Dice Juan Freire, doctor en Biología, profesor de la Universidad de A Coruña y joven emprendedor:

“[…] la participación que nos encontramos habitualmente en nuestras ciudades responde a procesos dirigidos y controlados estrictamente por organizaciones institucionalizadas y burocratizadas de modo que acaban por convertirse en una ratificación por parte de una élite ciudadana de decisiones políticas previas. Este es el modelo que, por ejemplo, encontramos en el mejor de los casos en el desarrollo de planes urbanísticos”(http://nomada.blogs.com).

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4 thoughts on “Macroproyecto San José: Legal pero ilegítimo

  1. Excelente artículo. Soy estudiante de la Nacional y habitante de ese sector, concuerdo con sus análisis.

    Jorge Arbeláez

  2. Este proyecto de la Comuna San José no es más que una nueva oportunidad para que ciertos individuos que están en la administración pública se roben el presupuesto público… y los más pobres? A LA CALLE.

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