Expansión urbana amenaza ecosistemas del río Blanco y la vereda Gallinazo en Caldas
El profesor Acebedo propone un nuevo pacto por el agua, “en el que se reconozca el río Chinchiná como un territorio de vida, en donde la prioridad sea la protección del agua y las especies en vez de las actividades económicas. Es imperativo integrar los planes de ordenamiento ambiental y urbano, de modo que cualquier desarrollo tenga como base la conservación de los recursos hídricos, porque el agua debe ser el elemento central de toda planificación territorial para asegurar su sostenibilidad”, afirma.