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Los arboles no nos dejan ver el bosque: El Paisaje cultural cafetero

Por Williams Gilberto Jiménez García                                    Administrador Ambiental. Universidad Tecnológica de Pereira Estudiante Maestría en Hábitat. Universidad Nacional de Colombia

A un año de la declaratoria del Paisaje Cultural Cafetero (PCC) por parte de la UNESCO, es necesario detenerse a re-pensar los alcances, retos y oportunidades que ofrece la declaratoria en pro de la configuración misma del territorio objeto de análisis, en este caso la ecorregión cafetera de Colombia. Por tal motivo, es importante realizar una descripción del café desde el contexto ambiental, seguido de lo que significa el PCC y las propuestas que se pueden desarrollar a partir del objetivo de conservar el patrimonio material e inmaterial de la ecorregión cafetera colombiana.

 El café una marca de identidad en momentos de crisis

El café configuró y permitió el crecimiento económico de la zona centro-occidental de Colombia (ecorregión cafetera), conformada, según ALMA MATER (2010) por 47 municipios de los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y norte del Valle del Cauca, que por sus condiciones bioclimáticas y la cultura campesina permitieron el establecimiento del cultivo, hace más de cien años desde su implantación en el oriente del país y la primera exportación del grano, hasta las consecuentes “bonanzas y crisis” en el mercado interno y externo.

El café en esta zona del país, se presentó, según Duque y Rodríguez (2009) “en los inicios de siglo como un policultivo agroforestal” con una alta diversidad biológica propia de las zonas tropicales. Este sistema agrícola permitió, en un principio, una “convivencia armónica” de la selva tropical propia de los valles interandinos de Suramérica con la organización familiar, es decir, se establecía –para ese entonces- una interpretación entre el acervo cultural de los campesinos, el cultivo y el ecosistema, generando así, un escenario que favorecía la biodiversidad.

El marco del paisaje cultural cafetero en Quimbaya, Quindío
El marco del paisaje cultural cafetero en Quimbaya, Quindío. Fuente: Jiménez, 2007

Varios hechos cambiaron la dinámica de relación de los campesinos cafeteros con su ecosistema: el primer hecho es la idea de comercialización del producto, de hecho necesaria, ya que el café no es un producto agrícola que aporte a la nutrición de las familias; el segundo hecho, es el surgimiento de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) como propuesta organizativa del sector cafetero, que generó todo un cambio tecnológico y cultural (hasta burocrático) en la cadena productiva del café; el tercero, es la apertura del país –con sus tropiezos y aciertos- al comercio internacional; y por ultimo la prolongada situación de orden público de esta zona del país, que pasó de ser escenario de conflicto de las guerras liberales-conservadores, las guerrillas-paramilitares-estado colombiano y el narcotráfico.

La combinación de las anteriores circunstancias con factores ambientales como el cambio climático, la pérdida de suelos producto de la sobrexplotación agrícola, la contaminación de fuentes hídricas, la perdida de bosques, la ganadería extensiva y la pobreza han generado un escenario que atenta contra la sustentabilidad del modelo agrícola cafetero, el cual cabe mencionar se ha basado en la micropropiedad, la subsidiariedad y los valores tradicionales a la escala de la familia campesina.

Prácticas agrícolas inadecuadas en el paisaje cultural cafetero, Filandia, Quindío. Fuente: Jiménez, 2007

El café ha influido de manera directa en el desarrollo de la ecorregión cafetera de Colombia, en tiempos anteriores representó una cruzada, según Duque(2012) contra la pobreza y la inequidad, la exclusión y la marginalidad; por su parte en tiempos de crisis cafetera (como ocurre en la actualidad) ha fomentado el desempleo, la migración, la pobreza y hasta la violencia.

Por tal motivo, es preponderante la acción de instrumentos políticos y académicos que permitan de manera racional conservar parte del patrimonio cultural material e inmaterial, legado de varias generaciones de cafeteros. En este escenario y luego de una década de investigaciones, nace la idea de volver patrimonio este territorio y darle una marca de identidad en respuesta a la crisis, conocida como Paisaje Cultural Cafetero.

El Paisaje Cultural Cafetero

Los esfuerzos por generar conceptos claros y precisos acerca de asuntos polisémicos y etéreos como el paisaje, ha hecho que éste como concepto pierda claridad y se simplifique; a pesar de su importancia en la vida del hombre, se ha perdido el sustento del mismo y se ha reducido a  un “supuesto”, que es usado en el lenguaje común y, a veces de manera inapropiada. Para el presente escrito, se puede decir que el paisaje es una construcción social resultado de la acción del hombre en un territorio concreto, según Delgado y Ojeda (2009) “es un producto complejo que se construye lentamente con dinámicas especificas e interrelacionadas de carácter natural, social y cultural”.

El paisaje, según Pinzón (2010) “tiene unas características únicas por la intervención del trabajo humano, que en el caso de la región del eje cafetero colombiano, es una obra colectiva en la que predomina la cultura de la colonización antioqueña que trajo consigo el cultivo del café”. Estas características están representadas en los procesos de selección de semilla, germinadores, siembra, cuidado en el crecimiento de la planta, recolección del fruto, procesamiento del fruto, transporte, comercialización del grano y consumo del mismo, además de las formas de la crianza y reproducibilidad de las familias, el trabajo familiar, las relaciones sociales y de poder, los mitos y leyendas cafeteras, las costumbres, la gastronomía, la arquitectura y la escala de valores cafeteros.

En medio del café. Circasia, Quindío. Fuente: Jiménez, 2007

Teniendo en cuenta lo anterior, el paisaje según Delgado y Ojeda (2007) se carga de un cumulo de saberes vivenciales y emocionales, que en el caso del PCC hablan de la forma de contemplar y sentir el mundo que expresan y transmiten identidad, tristeza, placer, nostalgia o rechazo, a la vez que genera lucro económico, subsistencia, recreo y seguridad, en otras palabras condiciona la creación del hábitat de sus pobladores.

El café se ha convertido en la identidad de una región y de un país de regiones, es el “logo comercial” por el que Colombia es reconocido ante el mundo; gracias al cultivo del café se han educado miles de colombianos, se han construido cientos de kilómetros de carreteras, se ha aumentado el PIB de la nación por muchos años, se han constituidos cientos de centros poblados y tres ciudades capitales departamentales; y es precisamente el café, el detonador de las principales problemáticas sociales en el país.

La declaratoria del PCC representa una oportunidad de visibilizar ante Colombia y el mundo el carácter del paisaje de esta zona del país y las serias problemáticas que afrontan las 500.000 familias que viven de este cultivo, así mismo, puede ser un “salvavidas” para reactivar, según Duque (2012) la actual recesión de la economía rural cafetera; y además puede representar un oportunidad para repensar y revaluar los modelos de transformación agrícola del territorio y las relaciones humanas, según Duque y Rodríguez (2009) con los agroecosistemas.

A manera de conclusión y propuestas

La declaratoria del PCC es una oportunidad de revaloración de las costumbres y hechos que dieron lugar a lo que es la actual ecorregión cafetera de Colombia. Se debe traspasar la idea de que esta declaratoria es solamente una oportunidad comercial turística, que generará empleo a corto plazo y no incentivará la generación de conciencia critica en cuanto a toda la cadena productiva agrícola, no solo del café, sino de todos los productos agrícolas relacionados con el mismo, como es el caso del plátano, la yuca, las orquídeas, el ganado entre otros.

Así mismo, en pro de la sostenibilidad de los atributos del PCC, se debe garantizar que la distribución de los recursos económicos que se generen a partir de la gestión de este patrimonio mundial sean repartidos con equidad entre las personas que construyen en realidad el PCC y, no las instituciones de carácter politiquero, las Federaciones agremiadas con alto poder burocrático, los narcotraficantes o las agencias turísticas.

A su vez, se debe trabajar de la mano con todos los grupos etarios que viven en el PCC y, en especial con los jóvenes, en los siguientes temas: empoderamiento del territorio, generación y transformación de una renovada identidad cafetera; democratización de las nuevas tecnologías en el proceso productivo del café; ampliación en la cobertura de educación de calidad y contextual; establecimiento de conexiones terrestres y de comunicaciones y; visibilización de la cultura cafetera y de sus valores como hecho de construcción social.

Para finalizar, el paisaje es un componente del bienestar social y particular, un recurso colectivo construido por múltiples generaciones, es democrático porque es de todos y es de nadie y es un componente circunstancial del patrimonio material e inmaterial. Por tal motivo el cuidado, la conservación, la sostenibilidad y la valoración (en cuanto al valor y no al precio) es una tarea de todas las instituciones, la sociedad civil, la academia, los campesinos y demás grupos humanos, de sus pobladores y de sus visitantes.

En síntesis, el recuento anterior nos permitirá ver el bosque sin que la declaratoria nos quite la visión de lo que hoy acontece en el PCC.

BIBLIOGRAFÍA

ALMAMATER. (2010). Paisaje Cultural Cafetero. Obtenido de http://www.almamater.edu.co/sitio/contenido-paisaje-cultural-cafetero-59.html. Recuperado el 9 de Agosoto de 2012

Delgado, B., & Ojeda, J. (2007). Metáforas contemporáneas de paisajes andaluces. En V. Paul, & D. Tort, Territorios, paisajes y lugares (págs. 433-449). Barcelona: Galerada. Disponible en: http://www.upo.es/ghf/giest/documentos/paisaje/delgadoyojeda06_metaforas.pdf.

Delgado, B., & Ojeda, J. (. Boletin de la A.G.E No 51. de 2009). La comprensión de los paisajes agrarios españoles. Aproximación a través de sus representaciones. Boletín de la Asociacion de Geografos españoles No 51. Disponible en: 93-126 http://age.ieg.csic.es/boletin/51/05-delgado.pdf, 93-126. Obtenido de Asociación de Geografos españoles.

Duque, A., & Rodriguez, D. (2009). El Paisaje Cultural Cafetero: Reflexiones desde la diversidad agrícola y las percepciones historicas de la naturaleza y la cultura. En C. E. Lopez, & U. Hernandez, Diálogos de saberes, cienciase ideologías en torno a lo ambiental (págs. 121-128). Pereira: Universidad Tecnologica de Pereira.

Duque, G. (2012). Institucionalidad en el Paisaje Cultural Cafetero. Obtenido de Godues.wordpress: http://godues.wordpress.com/2012/07/31/institucionalidad-en-el-pcc/. Recuperado el 9 de Agosto de 2012

Pinzón, G. (2010). Factores reales y valores en el Paisaje Cultural Cafetero. Obtenido de Red Alma mater: http://www.almamater.edu.co/sitio/Archivos/Documentos/Documentos/00000110.pdf. Recuperado el 9 de Agosto de 2012

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