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Territorio, agua y riesgo.

Por: Sebastián Gómez Mejía.
Ingeniero.
Estudiante Maestría en Medio Ambiente y Desarrollo

Si bien es cierto que los asentamientos humanos en su gran mayoría se hacen en las zonas aledañas a los ríos, lagos o cerca de un cuerpo de agua, es común encontrar conflictos entre habitantes de costas opuestas o que se sirven del mismo cauce para suplir sus necesidades hídricas; disputas de todo orden: entre propietarios de lotes, entre juntas veredales, entre concejos municipales, o bien entre unos y otros con intereses propios sobre la misma agua.

Si se miran las divisiones políticas de departamentos, municipios, veredas y parcelas de Colombia, se encuentra que en la gran mayoría de los casos, los linderos son justo por el cauce de algún cuerpo de agua, sin importar su tamaño, pues el rio parece una división natural en el paisaje que se ha escrito en la  tierra durante siglos, un obstáculo natural que sin duda divide un territorio de otro, que plantea una frontera natural. Para citar uno de mil casos: El rio Chinchiná conforma la  división territorial entre los municipios de Villa María y Manizales, dando origen a conflictos en cuanto al saneamiento del cauce, pues mientras un municipio, Manizales,  pretende construir un colector de aguas negras que conduzca el agua residual hacia una futura planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) e impida el vertimiento directo de las aguas contaminadas sobre el cauce (situación actual), el otro, Villa María, plantea, casi por el mismo trazado que el anterior, un colector similar que cumpla la misma función.

La situación es algo confusa, la primera disputa se plantea por la ubicación de ambos colectores, pues por conveniencia el dueño del territorio no querrá cederlo a su vecino para que lo use con el mismo fin. Una solución que salta prácticamente a la vista, es el de usar un solo colector que conduzca el agua de ambos municipios a la futura PTAR encargada de tratar el agua residual de ambos municipios para su posterior vertimiento de agua ya tratada al rio Chinchiná. Para esta alternativa hace falta que las autoridades de ambos municipios actúen en forma conjunta para llegar a un solución consensuada, situación que en la práctica se hace lenta y difusa, propia de la mirada reduccionista que el hombre moderno hace de la naturaleza.

Ilustración 1. Faja protectora. Resolución número 053.

Esta mirada independiente del rio, que entiende como cauce solo al sitio en el que corre agua, se adopta en la legislación vigente para determinar la protección de los cauces en Colombia mediante la Resolución No. 053 de 2011 (Por la cual se fijan los lineamientos para determinar la faja de protección de los cauces naturales de las corrientes urbanas y las reglas para su intervención). Esta directriz pretende proteger los cauces basados en dos zonas principales de protección (Ilustración 1): La primera es la Zona de Protección Hidráulica (ZPHA) y la segunda una Zona de Protección de Servicios (ZPS). Cada una de estas zonas está compuesta por varias zonas más, y el resultado será la suma de de ambas fajas principales. (Ilustración 2). Al cabo del cálculo de las zonas de protección se encuentra una distancia determinada desde el eje del cauce hacia ambos lados, dando al territorio comprendido entre estas márgenes un carácter especial en el que solo se pueden dar algunos usos específicos al suelo como el de la construcción de obras de estabilidad de taludes, obras para los servicios públicos, recreación pasiva, sembrados de vegetación nativa entre otras.

La confusión continua al encontrar que en el caso de un evento, la delimitación de estas fajas no son  suficientes y que solo se mitigan algunos de los problemas que son de suma importancia en la prevención de pérdidas humanas, pero que al final siguen siendo solo una parte del gran conjunto de factores que se ven afectados.

 

 Ilustración 2. Fajas protectoras para la quebrada Minitas. Corpocaldas

El planteamiento a continuación es el de dejar a un lado el pensamiento cartesiano que encasilla la mirada a solo una zona del rio y su faja protectora, que si bien ya es un avance al pensar el rio   no solo como el terreno que es ocupado constantemente por el agua, sino el de darle al rio un espacio en el que pueda desenvolverse en épocas en las que el lecho promedio no es suficiente para transportar sus aguas; sigue sin ser este el acople y entendimiento de las relaciones entre seres humanos y naturaleza que plantea el pensamiento ambiental complejo.

El rio, sin dudas, es mucho más que el lugar en el que corre el agua, es el territorio ocupado por diferentes especies que conviven ya sea en armonía o no; es la cuenca que desde sus partes más altas aporta al comportamiento del cauce,  son una serie de escenarios y actores en los que sucede la vida, personas que ríen, bailan, sufren, lloran, se admiran; sancochos de hoya a la orilla del Pance, transporte de emociones que llegan y se van con sus aguas, comunidades que celebran mediante rituales la maravilla de la vida misma, animales y plantas que dan soporte al mismo rio, que se aparean y procrean, que depredan y a su vez son sustento de otras; es un territorio complejo en el que el mundo de las relaciones rige más que su forma de ser, su vida misma, el rio es pues, un manto que cobija la cuenca en toda su extensión, que permea la vida y es permeado, que es y deja de ser para volver a ser, terreno que liga una ladera con otra, una cultura con otra, un pensamiento con otro; costura que trae entre si la exuberancia  de la vida, una expresión de la naturaleza que a punta de golpes finos de gotas de agua va tallando en la tierra un surco maravilloso para llevar la vida hasta el último rincón de este planeta.

Sin entender de fronteras ni de barreras, con la única intención de brindar apoyo y compartir con la naturaleza sus infinitas cualidades, el rio es uno más de los magníficos artistas de la naturaleza.

Bibliografía.

Bermúdez, Oscar Buitrago. (s.f). Planificación de cuencas hidrográficas. Algunos principios básicos. Caso de la cuenca del rio Cali. Disponible en:

http://entornogeografico.univalle.edu.co/numero4/planificacion_cuencas_hidrograficas.pdf. Consultado en Marzo 19 de 2012.

Corporación Autónoma Regional de Caldas -CORPOCALDAS-. (2011). Resolución 053 (11 de Febrero) Por la cual se fijan los lineamientos para determinar la faja de protección de los cauces naturales de las corrientes urbanas y las reglas para su intervención. Disponible en: http://www.camacolcaldas.com/web/downloads/RESOLUCION053.PDF. Consultado en Marzo 18 de 2012.

Zuluaga Delgado, Diego Mauricio (2012). LA COMPLEJIDAD AMBIENTAL EN LA PLANEACIÓN DEL DESARROLLO URBANO DEL MUNICIPIO-CUENCA DE DOSQUEBRADAS, COLOMBIA.  Trabajo de investigación como requisito para optar al título de Magister en Medio Ambiente y Desarrollo. Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales.

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2 thoughts on “Territorio, agua y riesgo.

  1. Sebastián: Buena entrada. Muy pertinente la reflexión para la región centro-sur del Departamento de Caldas, y un llamado para dejar a un lado las divisiones político-administrativas como criterio para abordar temas subregionales.

  2. Hola Sebastián, tu reflexión me parece acertada para el momento coyuntural que viven nuestras ciudades en la planificación y ordenamiento del territorio. Creo que podría ahondar un poco mas acerca de las problemáticas que surgen entre las relaciones de los habitantes con su entorno, además de entender el río no como una frontera sino como una geografía de contacto que teje y coliga territorios.

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