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Nuevas formas de percibir (vivir) la ciudad en la era digital.

Por: Harrison Murillo Ospina.
Arquitecto. Estudiante de la Maestría en Medio Ambiente y Desarrolo de la Universidad Nacional de Colombia

Es significativo hablar de ciudad cuando se vincula o integra una visión del territorio no solo como espacio físico, sino como aquel que es un cúmulo de afectos y de acciones de una sociedad humana que transforma ese paisaje. La ciudad es también un escenario de comunicación y desarrollo cultural.

Ese conjunto de sucesos y acontecimientos es en realidad la ciudad, con un gran número de significados, donde los diferentes individuos, personajes y grupos que interactúan la reconocen, la viven, la imaginan, la construyen, la destruyen y la reconstruyen.

La percepción de ciudad ha cambiado y evolucionado, se ha transformado en un territorio conocido y al mismo tiempo desconocido; un territorio en el que se puede reconocer que el crecimiento humano ha sido supremamente rápido, en una migración de campo a ciudad, con un ritmo avasallador, “Actualmente, la mitad de la humanidad vive en ciudades y la población urbana aumentó desde aproximadamente 750 millones en 1950 hasta 3.600 millones en 2011. Hacia 2030, casi un 60% de la población mundial residirá en zonas urbanas”. (UNCSD, 2012).

Pero valdría la pena preguntarse si los seres humanos viven la ciudad, la sienten, la perciben, o por el contrario la ciudad ya no es vivida en su totalidad, solo transitada, pasando casi desapercibida. El problema puede ser la expansión desmesurada, la localización de escenarios sociales en ciertos puntos, los cambios en  los hábitos de vida (los cuales hacen que la ciudad sea vivida y percibida a través de los medios de información, creando una nueva cultura, teniendo como resultado ciudades imaginarias, virtuales, digitales y escenarios de comunicación), entre otros.

Desde el punto de vista social, disminuye o desaparece el contacto entre las personas, para quienes las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicaciones —TIC— ejercen una labor de intermediación y, en no pocas oportunidades, crean una espacialidad virtual, muchas veces más real o dinámica que los espacios íntimos del hogar o los colectivos, como el trabajo. (Acebedo, 2010).

Esta nueva e innovadora cultura digital por decirlo así, aparece la ciudad desde el entorno multidimensional, un entorno digital y de realidad virtual, creando otra forma de relación entre hombre – ciudad.

La ciudad digital como modelo

 […] “en nuestra época se ha intensificado de manera exponencial la relación entre las TIC y la ciudad, surgiendo el concepto de ciudad digital” (Cirlot, Buxó, et.al, 2007:61-62).

La ciudad digital se presenta como un modelo de sociedad, introduciendo nuevas formas de relacionarse en la vida diaria y con el entorno, mediante la comunidad de la información, induciendo a la ciudad a innovar y fortalecer su infraestructura a través de la tecnología. La misma que con sus líneas digitales permite una movilidad intangible pues proyecta al ser humano a lugares lejanos, los cuales no se transitan en si físicamente si no por elementos del llamado ciberespacio.

El hipermedia o hipertexto, entendida como una herramienta digital (multimedia que contiene no solo texto, sino otros medios: video, imagen, audio entre otros), contribuye a facilitar así la comunicación e interacción. “El hipermedia constituye un auténtico reto para la imagen de la ciudad y la creación del conocimiento” (Cirlot, Buxó, et.al, 2007:61-62). A través del hipermedia y mediante la reproducción en tercera dimensión se puede revivir, restaurar y acceder a espacios desaparecidos y vedados para algunos.

La ciudad digital permite al visitante interactuar con todo este ámbito multidimensional. Para que una aplicación informática, por muy sofisticada que sea, pueda ser entendida como realidad virtual, el usuario debe poder actuar sobre su entorno, moverse libremente, sentirse realmente inmerso en un nuevo medio. […](Cirlot, Buxó, et.al, 2007:61-62)

Podemos decir que la percepción de la ciudad digital, es una forma de analizar la ciudad mediante software con diferentes fines, pues recrea entornos urbanos con una simulación de hábitats y ubica en el tiempo objetos culturales que han sido destruidos, permanecen o han desaparecido, marcando así un cambio sustancial del espectador – protagonista frente a la imagen (virtual) (ver figura 1). Podemos entonces conocer la ciudad desde la manera intangible con la sola imagen digital? ¿las ciudades del futuro serán también elementos irreales?, o por el contrario, ¿permitiremos al ser humano recorrer y vivir lo que no es táctil?

Figura 1. Proyección Edificio Picasso. Ejemplo representación imagen (virtual), elaborada mediante software 3ds max - photoshop. Fotografía e imagen Apolonio Espinel - Harrison Murillo. Abril 2012.
Figura 1. Proyección Edificio Picasso. Ejemplo representación imagen (virtual), elaborada mediante software 3ds max – photoshop. Fotografía e imagen Apolonio Espinel – Harrison Murillo. Abril 2012.

Ciudad Virtual

La ciudad virtual se presenta como la figura principal de la cultura digital, donde la realidad virtual  juega un papel muy importante. Así como se reconstruye el pasado podemos crear ciudades imaginarias para ser recorridas en un proceso de redescubrimiento de nuevos entornos.

Esta cultura digital cada día atrae más usuarios que van a ayudar a definir  la ciudad por medio de la participación en la construcción de su entorno (Territorio), lo cual va a facilitar la interacción entre grupos, individuos, personas, entre otros. Esto dará origen a la creación de nuevas tribus urbanas virtuales. Así, la ciudad empieza a tomar otro significado de los muchos que tiene. La ciudad real ya se vive por medio de nuestros ordenadores, lo virtual, la superposición de imágenes, la tercera dimensión, entre otros, hacen posible recorrerla, verla, conocerla, apreciarla; una de las aplicaciones que hacen posible esto es “Google Maps” o Street View.

Desde el punto de vista de la arquitectura, la ciudad virtual es un fin u objetivo; “Los grandes arquitectos intervienen con sus símbolos sobre los lugares del nuevo prestigio y trazan, en cierto modo, el gran plano de esta ciudad-mundo o meta-ciudad virtual, como lo define Paul Virilio” (Muntañola, 2011:227). Desde este punto de vista la planeación de la ciudad es más ordenada. Esta ciudad podría ser pensada, trazada, diseñada, estructurada y proyectada sin que llegara a ser una ciudad ideal.

Ciudad Tecnológica

El desarrollo desmesurado de la tecnología transforma el contexto de la ciudad; la ciudad se torna dispersa, las comunidades ya interactúan  por medio de la red, la información y el conocimiento es clave para los encuentros en espacios digitales.

La ciudad tecnológica, más allá de ser solo definida por las TICs, debe desarrollarse desde la producción del conocimiento, la innovación y la ciencia; el hombre por su naturaleza racional es básicamente un individuo tecnológico; mediante el uso de la técnica el ser humano le ha sido fácil la adaptación al medio, tanto para satisfacer sus necesidades como deseos.

La red global digital, el internet, no es sólo un sistema de transporte para el correo electrónico, las páginas web y la televisión digital. Es una forma completamente nueva de infraestructura urbana que cambiará el aspecto de nuestras ciudades tan espectacularmente como lo hicieron en el pasado el ferrocarril, las autopistas, el suministro de energía eléctrica y las redes telefónicas. (Mitchell, Willian Jhon, 2001).

No es suficiente en una ciudad tecnológica contar solo con servicios básicos como el agua potable, alcantarillado, electricidad, vías de comunicación y alumbrado público; el adelanto tecnológico en los últimos años ha sido muy importante en el desarrollo y mejoramiento de la producción de estos servicios, como en el proceso de construir y percibir la ciudad, y al mismo tiempo integrarla con la naturaleza; el hombre ha entendido que debe cambiar su forma de pensar, coexistir y relacionarse.

Figura 2. La ciudad tecnológica. Ciudad de Manizales. Fotografía del autor. Diciembre 2012.
Figura 2. La ciudad tecnológica. Ciudad de Manizales. Fotografía del autor. Diciembre 2012.

En conclusión no existirá una ciudad ideal, dada la complejidad y gran cantidad de individuos que la componen, su diversidad, los intereses y necesidades que los movilizan. Es más factible llegar a una aproximación de la planificación de la ciudad, pero para lograrlo, las herramientas tecnológicas (digitales – virtuales) son de gran ayuda.

Referencias

Acebedo R., Luis Fernando. (2010). La anti-ciudad o la pérdida del sujeto urbano. Agenda Cultural Alma Mater. No. 168. Recuperado de http://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/almamater/article/viewFile/6372/5865

Cirlot, Lourdes. Buxó, Ma. Jesús. Casanovas, Anna. Estévez, Alberto T. (2007). Arte, Arquitectura y Sociedad Digital. Barcelona. España. Edicions Universitat Barcelona.

Mitchell, Willian Jhon, (2001). E –  Topía: Vida Urbana, Jim; pero no la que nosotros conocemos”. Editorial Gustavo Gili S.A. Recuperado de http://books.google.com.co/books?id=S98TAAAACAAJ&dq=William+Mitchell+E-topia&hl=es&sa=X&ei=MVpnUvKLDYSekQe2-oDABA&ved=0CDkQ6AEwAQ

Muntañola Josep. (2011). Arquitectura y Virtualidad. Barcelona. España. Edicions Universitat Politècnica de Catalunya. 227.

Conferencia de las Naciones Unidas Sobre el Desarrollo Sostenible. (2012). El futuro que queremos. Las ciudades Rio de Janeiro. Brasil. Recuperado de http://www.un.org/es/sustainablefuture/pdf/Rio+20_FS_Cities_SP.pdf

https://maps.google.es/

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