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LA INVESTIGACIÓN Y LA EDUCACIÓN COMO ELEMENTOS DEL DESARROLLO ENDÓGENO EN LAS CIUDADES DEL CONOCIMIENTO

Por: Juan David Céspedes Restrepo
Administrador Ambiental
Estudiante Maestría en Hábitat
Universidad Nacional de Colombia -Sede Manizales-


A manera de introducción

Desde finales del siglo XX, la mayor parte de las ciudades y sociedades del mundo están experimentando diversas trasformaciones estructurales que tienen su origen en la revolución tecnológica que ha ocurrido durante las últimas décadas, y que ha dado lugar a un crecimiento acelerado en las tecnologías de la información y comunicación. Éstas han reconfigurado de manera radical las concepciones clásicas de tiempo y espacio; y de manera paralela, han generado un escenario favorable para la globalización de la economía, afectando de manera directa la forma como se produce, consume, gestiona, informa y piensa al interior de las sociedades (Acebedo, 2010).

Fuente: http://ecolosfera.com/files/2010/12/ciudad_inteligente-560×395.png

Con el incremento en las comunicaciones, el consecuente aumento en los flujos de información ha fortalecido el protagonismo del conocimiento dentro de los procesos que se llevan a cabo en pro del desarrollo de los territorios. Esta situación posiciona en la actualidad al conocimiento como un factor indispensable para el progreso de las ciudades; y en muchos casos incluso, lo define como el factor estructural para el desarrollo de las mismas. Ésta concepción ha dado lugar a la creación de ciudades del conocimiento; las cuales son, de acuerdo con la definición de Patricia Romeiro y Roberto Méndez (2008): “aquellas capaces de generar, incorporar y aplicar diversas formas de conocimiento para mejorar la competitividad económica, el bienestar de la población, la sostenibilidad ambiental, la participación ciudadana en los asuntos públicos y lograr una gobernanza más eficaz del territorio”.

Por esta razón, el modelo de ciudad del conocimiento ha despertado gran interés en la actualidad, y se consolida hoy como paradigma de desarrollo al interior de muchas ciudades a lo largo del mundo, dentro de las cuales se encuentran algunas ciudades intermedias de Colombia y Latinoamérica. Entre éstas, ciudades como Manizales y Medellín -incluso Bogotá- son reconocidas a nivel nacional como ejemplos de este modelo, ya que apuntan parte de sus estrategias territoriales hacia la consolidación del conocimiento como un eje estructural dentro sus dinámicas económicas y sociales. Sin embargo, dado que el modelo tiene su origen en algunos países Europeos, aún resta desarrollar reflexiones profundas sobre su articulación con los aspectos culturales, económicos, políticos y ecosistémicos que hacen parte del contexto colombiano.

Colombia en la Generación de Ciudades del Conocimiento

Un gran número de las ciudades en Colombia -al igual que en muchos países latinoamericanos- se han configurado como ciudades intermedias pequeñas y medianas. Ésta condición, lejos de las consideraciones que pudieran realizarse bajo la concepción clásica del desarrollo[1], otorga a estas ciudades un abanico de ventajas competitivas en relación con las ciudades de mayor tamaño. Ciudades medianas y pequeñas presentan generalmente características de menor deterioro ambiental, reducción en los tiempos para el desplazamiento, mayor sentimiento de identidad en sus habitantes, y mayores niveles de seguridad –los cuales se asocian a la capacidad de control que puede desarrollarse sobre el territorio- (Romeiro y Méndez, 2008). De manera adicional, las ciudades con estas características presentan vocaciones y fortalezas bien definidas, lo que  permite formular modelos de gobernanza participativos; condición sumamente favorable para la búsqueda de oportunidades de desarrollo con base en el conocimiento.

No obstante, a pesar de las fortalezas asociadas con la escala geográfica de las ciudades colombianas, los procesos de construcción de territorio a través de los cuales se han desarrollado, no están articulados -en la mayoría de los casos- a los elementos culturales, socioeconómicos y ambientales que configuran el contexto local y regional de las mismas. Esta situación tiene su origen en el carácter exógeno del modelo bajo el cual se circunscribe el desarrollo del país[2], y representa un impedimento que no puede ignorarse dentro de la formulación de ciudades estructuradas con base en el conocimiento –o en cualquier otro factor estratégico-; ya que como explica Jaime Ornelas (2009) el éxito y la sustentabilidad de las ciudades latinoamericanas se puede garantizar sólo mediante modelos de desarrollo fundados en el reconocimiento de que éste -el desarrollo- es un proceso social, que como tal nace de la cultura y las características particulares de cada contexto.

En este sentido, un modelo de desarrollo no-endógeno impide que las acciones para generar territorios del conocimiento sean compatibles con la ciudad, hecho debilita la apropiación social de los procesos que se desarrollan. Adicionalmente, se requiere comprender que en lugar de la creación de un modelo rígido que permita la generación de ciudades de conocimiento en Colombia, se debe potenciar la consolidación de éstas a través de procesos flexibles basados en sistemas de aprendizaje colectivo en torno a la construcción del territorio, así como de búsqueda de sinergias entre los distintos tipos de conocimiento que están presentes en una ciudad (Romeiro y Mendez, 2008).

Investigación y educación

De manera general, como lo explica Jaime Acosta (2009) el desarrollo con base en el conocimiento tiene lugar dentro de ciertos ámbitos concretos de la ciudad: las universidades -y sus centros de investigación/desarrollo de tecnología-, los centros de emprendimiento avanzado y los diálogos formales e informales entre los ciudadanos que comparten y transfieren sus saberes. Esta situación pone en evidencia el carácter fundamental de la dimensión social en la configuración de ciudades del conocimiento[3], ya que es a partir de allí que se desarrollan los procesos de generación de conocimiento y creatividad. Razón por la cual, elementos como la formación investigativa y el modelo educativo adquieren importancia dentro de los procesos de planificación de ciudad.

En este sentido, la gestión en torno a los procesos de formación académica no debe centrarse únicamente en los niveles de educación superior, sino también revisar la estructura y los modelos pedagógicos de la educación básica y media como medida para que las actividades basadas en el conocimiento que genera la ciudad, se integren de manera profunda a la dinámica urbana. Los sistemas de educación demandan una revisión de contenidos y métodos que incorporen los saberes que surgen de la interacción sociedad-territorio, y que hacen referencia de manera específica al contexto dentro del cual se desenvuelve la ciudad (Aranguren y Antúnez, 2005).

Este hecho es fundamental dado que la razón que ocasiona que la educación colombiana –y latinoamericana en general- sea considerada como poco pertinente y de menor calidad, descansa sobre el hecho de que el conocimiento que se imparte es principalmente “conocimiento reproducido” que ha sido generado para contextos ajenos al propio; razón por la cual no produce capacidades cognitivas propias y diferenciadas, hecho que consecuentemente define el tipo de investigación aplicada que se desarrolla en el país; la cual, como su nombre indica se centra en la aplicación del conocimiento generado en otras latitudes (Acosta, 2009).

Es por esta razón que una educación para la generación de ciudades del conocimiento debe centrarse en la calidad y la pertinencia; aspectos que solo pueden incorporarse al sistema educativo si existen procesos investigativos -tanto de investigación en ciencias básicas y sociales- que se aventuren a la generación de nuevos conocimientos acordes al territorio donde actúan. De esta forma, el conocimiento generado a partir de las particularidades del contexto y la cultura, da lugar identidades locales y ventajas competitivas dentro de un contexto internacional, en contraste con el rezago que puede significar la perpetuación de la estructura de reproducir conocimiento descontextualizado. La investigación se presenta entonces como una condición básica articulada al sistema educativo en el desarrollo de la identidad cultural de las ciudades colombianas, y como base para la búsqueda de modelos endógenos en la construcción de ciudades del conocimiento.

 Bibliografía

Acebedo, Luis Fernando. (2010). Territorios del Conocimiento en la Ecoregión Eje Cafetero. Calidoscopios a partir de tres espejos de representación: Sociedad + Espacio + Conocimiento. . Tesis Doctoral, Doctorado en Urbanismo. Caracas: Universidad Central de Venezuela
 
Acosta, Jaime. (2009). Ciudades de América Latina en la Sociedad del Conocimiento [Versión digital .pdf]. Bogotá: División de Planeación Estratégica y Evaluación de Colciencias. Recuperado el 31 de mayo de 2012, Red Europea de Ciudades Digitales, página web Oficial:
http://www.villesnumeriques.org/rvn/bc_doc.nsf/0/ae29a8cbeb9aff10c12578c90061916b/$File/ciudades_conocimiento_america_latina.pdf
 
Aranguren, Carmen. Antúnez, Ángel. (2005). Proyecto Socioeducativo de Ciudad: un Escenario para el Conocimiento y la Formación de Valores Ciudadanos [Versión digital .pdf]. Revista de Teoría y Didáctica de las Ciencias Sociales. No. 10. Págs. 35-48. Recuperado el 29 de mayo de 2012; Redalyc, Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal:
http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=65201003
 
Escobar, Arturo. 2007. La Invención del Tercer Mundo Construcción y Deconstrucción del Desarrollo. Caracas: Fundación Editorial el Perro y la Rana.
 
Garrido, Rafael. (2012). Currie, Lauchlin, Ficha Bibliográfica [Versión digital]. Recuperado el 13 de mayo de 2012, Biblioteca Virtual Luis Ángel Arango, espacio dedicado a la biblioteca dentro de la página cultural del Banco de la República:
http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/biografias/currlauc.htm
 
Ornelas, Jaime. (2009). Hacia Una Teoría Latinoamericana Del Desarrollo [Versión digital .pdf]. Revista Argentina de Sociología. Año 7 No. 12. Págs.47-75. Recuperado el 30 de mayo de 2012. Scientific Electronic Library Online-Scielo-, sitio web:
www.scielo.org.ar/scielo.php?pid=S1669-32482009000100003 &script=sci_arttext
 
Romeiro, Patricia. Méndez, Roberto. (2008). Las Ciudades del Conocimiento: Revisión Crítica y Posibilidades de Aplicación a Las Ciudades Intermedias [Versión digital .pdf]. Revista Scripta Nova, Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales, Vol. XII, núm. 270 (50). Recuperado el 1 de junio de 2012; Universidad de Barcelona, página web oficial:
http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-270/sn-270-50.htm

[1] De Acuerdo con Arturo Escobar (2007) la premisa básica del modelo de desarrollo que se originó en la posguerra, fue la creencia del papel de la modernización como única fuerza capaz de destruir supersticiones y relaciones arcaicas, sin importar el costo social, cultural y político que representara. La industrialización y la urbanización eran consideradas rutas progresivas e inevitables hacia esta modernización razón por la cual, una ciudad que no crecía en su estructura urbana, se consideraba una ciudad estancada en su proceso de desarrollo.

[2] Este modelo tiene su origen en el informe “Operación Colombia” –publicado en 1960- un estudio económico llevado a cabo por el economista canadiense Lauchlin Currie con el fin de descifrar las causas del “atraso” de Colombia y encontrar soluciones. De acuerdo al documento, estas soluciones debían centrarse en llevar la fuerza de trabajo de los campos a las ciudades, destinándola a actividades que requirieran obreros no calificados, como la construcción de viviendas. Igualmente, se enfatizó sobre la importancia de tecnificar la agricultura y la ganadería para elevar la productividad (Garrido, 2012).

[3] No se pretende con esto negar la importancia de otros elementos fundamentales en la creación de una cultura de intercambio de conocimiento como son un diseño apropiado del espacio urbano, la existencia de redes de TIC’s, la innovación en el componente industrial, o la integración y articulación territorial -por nombrar algunos-; pero dada la inquietud del autor frente al tema, esté será el aspecto que se aborde durante el presente escrito.

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