Reflexiones en torno a los retos del Progresismo en América Latina
Los orígenes del progresismo como corriente política tienen sus raíces principalmente en el siglo XIX como respuesta a las condiciones sociales y económicas generadas por la revolución industrial. Europa como cuna de esas grandes transformaciones, abrió una enorme esperanza en la capacidad humana para vencer todos los obstáculos a partir de los avances científico-técnicos de la época. El capitalismo encontró unas posibilidades inmensas de crecimiento, pero también florecieron ideas que permitieron entender con espíritu crítico las principales características y limitaciones de esta formación social.