Todavía se puede reajustar este macroproyecto urbanístico de vivienda de interés social iniciado hace ocho años y que a la fecha muestra pocos avances.
MANIZALES, 20 de mayo de 2016 — Agencia de Noticias UN
Así lo expuso el doctor en urbanismo y profesor de la U.N. Sede Manizales, Luis Fernando Acebedo Restrepo, quien señaló que los cambios se pueden establecer en el debate que se realiza actualmente al Plan de Desarrollo Municipal.
En la ponencia expuesta por el experto, denominada “Macro desastre San José”, también plantean cambios en relación con el objetivo del proyecto, es decir, que no solo esté enfocado en la construcción de torres de apartamentos multifamiliares para albergar a familias en alto riesgo y otros de interés prioritario, sino que incluya la transformación de la comuna.
El docente se refirió al tema durante el foro celebrado en la Universidad de Caldas, ante la polémica intervención del sector ubicado en la zona norte del centro de la ciudad.
Una las reformas está enfocada en desarrollar planes parciales o unidades de actuación urbanística que garanticen la ejecución de las obras de forma homogénea y no como hasta ahora se hace, cumpliendo con un modelo que depende de la compra de los predios.
“Compran y compran de manera desordenada, por ejemplo, adquieren un predio o desalojan a la familia que lo habita, pero si no pueden hacer lo mismo con el de al lado, se generan retrasos en la ejecución de las obras e inseguridad en el sector porque esa edificación queda expuesta al ser demolida la vecina. Esto genera una destrucción parcial del sector, en otras palabras, parece un Beirut bombardeado”, detalló el docente del programa de Arquitectura.
“No todos los que habitan el barrio están en alto riesgo, por lo que no se concibe excluirlos. El sector amerita obras de mejoras para todos, desde intervenir las laderas con obras de inclusión, tal como ha ocurrido en barrios de Medellín”, sostuvo Acebedo Restrepo.
Asimismo, en la ponencia académica se plantea que la expropiación no sea la única opción, pues existe una alternativa en la que el propietario del predio pueda ser socio del proyecto, pagar con la devolución del valor junto a la rentabilidad que este dinero genere en la fiduciaria, o a través de metros cuadrados.
“A muchos propietarios les han comprado sus predios por el valor catastral y no comercial, y reciben menos dinero de lo real, con el cual no alcanzan a comprar otra casa en igual o mejor condición. De esta manera, esto afecta su modo de vivir, así como desalojarlos del lugar en el que han habitado por muchos años”, precisó el profesor.
Un largo proyecto
Desde que fue presentado el macroproyecto, en 2008, se suscitó (hasta la actualidad) una serie de inconformidades arraigadas desde la academia, habitantes, políticos, entre otros, que no ven con buenos ojos la alta inversión cercana a los $ 272.445 millones, recursos girados por la Nación y por el municipio, que incluye vigencias futuras.
Las críticas en lo que concierne a los pobladores están dirigidas al desconcierto, al pasar de una casa de 200 metros cuadrados a un apartamento de 48 metros cuadrados.
“No tuvieron en cuenta que hay familias que mínimo tienen ocho miembros. Vamos a vivir hacinados”, indicó Juan José Lotero, habitante de esta comuna que registra 23.000 habitantes de estratos uno y dos.
Las obras, además de incluir 3.800 apartamentos, la afectación de 233 manzanas y 2.569 edificaciones demolidas, también contempla la construcción de una avenida, que en un comienzo se denominó Colón, con inversiones por el orden de los $ 164.464 millones.
Hasta hoy se contabiliza la entrega de 24 apartamentos que ya son habitados, no obstante, la culminación de las obras dependerá, a juicio de los involucrados, en garantizar los recursos para lograrlo.
(Por: fin/IJR/MLA/APBL)N.° 760
